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Se suelen denominar así a las que se hacen a partir de los modelos que nos presenta la Biblia, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Y también a las que tiene un tema explícitamente presentado en la Historia de la salvación, ya bien con enseñanzas verbales o con hechos modélicos y significativos.
En el primer sentido, toda catequesis tiene que ser eminentemente bíblica, pues la Palabra de Dios es el alma de toda educación en la fe cristiana. El catequista necesita una continua preparación de todo lo que se halla contenido en el libro sagrado, teniendo en cuenta que necesita más el espíritu bíblico con los conocimientos eruditos que tienen que ver con la Escritura Sagrada.

En el segundo sentido, es frecuente mirar la Palabra de Dios como centro de toda educación cristiana y como modelo, incluso metodológico, de la actuación pastoral y catequística. Se responde a la tendencia a considerar los modelos que aparecen en los diversos bíblico, como ideales y eficaces.
Sobre todo son los que se recogen en los Evangelios referidos al modo de hablar y obrar de Jesús el que más interpelado a los profesionales de la catequesis. Responden a la idea de que la Palabra de Dios es vida y fuente de vida. Con todo no estará de más prevenir al catequista contra un exceso de "biblismo" o mitología bíblica, fácilmente conducente a la imitación servil.

Vamos a llamar en la lista que sigue catequesis bíblicas a las que cumplen un triple requisito:
- Un discurso o un relato que alguien ofrece a la comunidad de una manera natural, sencilla y según pluralidad de temas y necesidades.
- Con una intención didáctica, de signo dogmático o moral. Pretende un aprendizaje y una mejora de vida en el receptor.
Con una referencia divina (Revelación o inspiración). Es decir, alude a la comunicación que Dios hace para que el oyente se convierta y ajuste la vida personal o colectiva a los designios divinos manifestados en el hecho o en las palabras que se presentan. La catequesis bíblica es, ante todo y sobre todo, evangelización.

3. Lista de principales catequesis bíblicas del Antiguo Testamento
(Ver las del Nuevo Testamento en el Término Evangelio)

    - Historia de José. Gn. 39 a 47
    - Castigo de las plagas. Ex. 7 a 11
    - Decálogo entregado a Moisés. Ex. 20. 1-21
    - Teofanía de la Alianza. Ex. 33. 12 a 34. 28
    - La ofrenda de sacrificios. Lev. 1 a 7
    - Pureza y vida sexual. Lev. 18. 1-30
    - La vida moral y la conciencia. Lev. 19. 1-30
    - Sentido de las fiestas. Lev. 23 a 25
    - Las Bendiciones de Balaam. Num. 22 a 25
    - Catequesis de Moisés al Pueblo. Deut. 4. 1-40
    - Voluntad divina Deut. 5. 6-13
    - Importancia de la Ley. Deut. 5 a 11
    - La Fidelidad. Deut. 6. 14 a 7. 26
    - Sobre la vida moral. Deut. 8. 1 a 9. 29
    - Valor del Culto a Dios. Deut. 10. 1 a 11

Modelo de Catequesis Bíblica:
Teofanía ante Elías. 1 Rey. 19. 1-18

Objetivo:
                Los hombres buscan a Dios en sus dificultades. Y es preciso buscarle donde él se encuentra, no en el ruido, sino en la brisa, en la paz.
Proceso:
     1. Leer el texto con énfasis. Incluso se puede leer dialogalmente.
     2. Hacer un comentario sobre las circunstancias del profeta:
           - Ha vencido a los falsos profetas. Jezabel jura matarlo.
           - Huye asustado. Se esconde en el desierto; en la caverna.
           - Dios le sale al encuentro para reconfortarle en la dificultad
     3. Comentar las enseñanzas teológicas:
          - Dios cuida a los suyos, a los que le anuncian, pues se halla siempre cerca.
          - Hay que saber pedirle con humildad su ayuda en la dificultad, no luchar en solitario

   Coloquio: Simbolismo del elementos que aparecen en el texto:
                desierto, caverna, rostro cubierto, etc.
       a) Qué puede significar el huracán: ruido, diversiones, movimiento, vorágine...
       b) Qué puede significar la tormenta y el fuego: proyectos vacíos, ansias, envidias...
       c) Qué puede significar el terremoto: cambios, negocios, luchas, rivalidades...
       d) Qué significa la brisa, donde sí se halla Dios: paz, reflexión, humildad...

   Plegaria final:
        "Me consume el celo por el Señor".
         Pueden los catequizandos redactar un texto y ofrecer algunas intenciones